Hoy, estaba a punto de escribir un comentario sobre el ataque de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre contra la Ley Anti-Tabaco.
Cambio de planes: hay fotos que hacen de tripas corazón. Me manda mi amiga Concha Velasco esta foto de otro desmadre aguirril irreversible: la destrucción de un bosque de gran valor ecológico en el termino municipal de Pelayos-de-la-Presa, al borde de la famosa Carretera de los Pantanos (también amenazada por el populismo aguirril) a 62 km de Madrid.
Yo conozco bien el lugar de la foto. A pocos metros de allí se encuentra una población de águilas imperiales ibéricas (Aquila adalberti), una de las siete especies de aves rapaces más amenazadas del planeta. En sus alrededores (uno de los parajes más bonitos de la Comunidad de Madrid), han ocurrido en los últimos años varios incendios claramente provocados. En la región pululan los proyectos de "recalificación" de terrenos para operaciones urbanisticas descontroladas, campos de golf incluidos. Con todo lo que sabe sobre intereses creados en la zona (alcaldes haciendo compra-venta de terrenos con información privilegiada, etc) mi amiga Concha se merece un título de Doctor Honoris-Causa en Derecho Público (y ambiental).
Recordando que los tres pantanos del Río Alberche que abastecen Madrid (Burgillo, San Juan y Picadas) estaban al 28,25% según el Boletín Hidrológico de la samana pasada, con la foto Concha nos manda las siguientes preguntas:
¿Cuánto tardarán en quemarse estos bosques a pie de la nueva carretera?
¿Con qué agua se van a apagar los incendios?
¿Con qué agua se va a hacer esta obra?
¿Y de hacerse la duplicación de la carretera de los Pantanos, preguntemos también con qué agua se va hacer?
Con tanto salva-patrias por allí, ¿porqué nadie reclama que se deshabilite a Esperanza?
Desesperante.
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