Hace una semana, quedé con los responsables de la cyber-ONG Nofumadores.org en el Café Comercial, uno de los lugares emblemáticos de Madrid dónde yo no había estado desde hace muchos años, porque últimamente con tanto humo de tabaco mis bronquios no me lo perdonaban.
Ahora gracias a la nueva Ley española que proteje a los no-fumadores, toda la planta baja del Café está libre de humo. Allí como en otros lugares de España, desde hace un mes se nota como -- contrariamente al dicho popular -- se puede cambiar la vida por decreto.
Por cierto, me gusta mucho Nofumadores.org. Lo de llamarse "punto org" es un acierto: con solo pronunciar su nombre, el oyente está invitado a visitar su página en Internet y a apuntarse. Ell@s supieron ocupar un nicho que quedaba libre en España: él de una asociación reivindicativa, que lucha contra la enfermedad de manera no asistencial. A las asociaciones asistenciales, yo les tengo mucho respeto (miles de voluntarios se entregan de manera admirable), pero no basta.
En el terreno de la lucha contra el tabaco, puede que Nofumadores.org cumpla un papel parecido al que cumplimos con Greenpeace en los años 70, o él que en la misma época cumplieron Médicos sin Fronteras. Entonces, ya existían organisaciones "ecologistas" y "humanitarias". Pero con la llegada de Greenpeace y Médicos respectivamente, cambió el "paisaje". Con la lucha anti-tabaco, lo mismo ocurrió en el Reino Unido hace unos años con la aparición de nuestros amigos de ASH (de cierto modo el hermano mayor de Nofumadores.org).
Mientras se cumple el primer mes de la entrada en vigor de la Ley "antitabaco", leo que la Ministra de Sanidad Elena Salgado "amenaza con más restricciones en bares pequeños".
Me gusta esta ministra. Yo me atrevo a decir incluso que si algún día nuestra amiga Cristina Narbona está agotada, no seria nada mal tener en Medio Ambiente una ministra tan comprometida como Salgado con la salud pública y la responsabilidad social de la administración y de los ciudadanos.
A mí tampoco me gustan estos carteles "Aquí se puede fumar" en la entrada de la mayoría de los bares pequeños. Yo me pregunto: ¿No van en contra del espíritu de la Ley, que prohibe la publicidad del tabaco?
¿No sería tan dificil, pues, exigir (por decreto, cómo no) que dónde el dueño de un bar autoriza el consumo del tabaco, el único cartel autorizado diga "Recomendamos no fumar"? (de forma provisional mientras no está prohibido fumar en todos los bares)
Porque...entre tolerar y provocar, hay un abismo.
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