En su viñeta de hoy El Roto, el mejor editorialista del diario El País, nos enseña un constructor dando consejo a un alcalde "Llama a la destrucción 'progreso' y nadie se te opondrá".
Perfecta ilustración de la situación escandalosa en Navas del Marqués descrita en este blog el domingo pasado, y del analfabestismo ambiental operante por toda la peninsula ibérica.
Esta noche, el Secretario General de ADENA Juan Carlos del Olmo y Carlos Bravo de la asociación ecologista Centaurea me informaron (después de leer mi "España bananera") de que por fin pararon ayer al mediodía las máquinas gracias a la actuación del Fiscal de Medio Ambiente. Pero leyendo esta mañana en El País las declaraciones del Alcalde de aquel pueblo, es evidente que esta lucha va para largo. ¿Cómo es posible que cualquier crétino pueda ser alcalde en este país? Para conducir un coche, tienes que aprender el código de circulación. Pero para conducir un pueblo, no te exigen nada. Algo falla.
También ayer, se presentó en Madrid el informe anual del Observatorio de la Sostenibilidad creado a iniciativa de nuestro amigo Domingo Jímenez Beltrán. Según dicho informe, España pierde cada año 50.000 hectáreas naturales por la construcción, lo cual equivale a la superficie de 50.000 campos de fútbol.
El mes pasado en París, un ex-alto cargo de la administración francesa y del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente me decía, medio en broma: "Cómo redactor de la Ley de Protección del Litoral en Francia y del consecuente éxodo de constructoras a España, yo tengo la impresión de ser en cierta medida el padre del 'milagro económico' español".
¿Milagro español? Cómo deciamos en nuestra época misianica en los años 70: cuando habrá muerto el último pez, caído el último árbol, secado el último río...entonces el hombre se dará cuenta de que el dinero no se come.
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