Estos días se consumen más botellas de vino, cava y champagne que en todo el resto del año.
Ayer, yo tuve la desagradable sorpresa de encontrarme con un tapón de plástico cuando abrí una botella de Grego Roble, un vino de la bodega Vinos Jeromín SL de Madrid.
WWF-ADENA está alertando que los tapones de corcho (producto sostenible entre los sostenibles) están amenazados por la creciente proliferación de tapones de plástico y de metal.
Esta tarde, yo volví a la tienda dónde había comprado esa botella, con un ejemplar en la mano de la revista de ADENA con un artículo titulado “Sí al corcho”, que yo les deje. Les explique cómo, abandonando el corcho, bodegas irresponsables abandonan sin ninguna necesidad a poblaciones rurales que desde tiempos inmemorables han sido guardianes de la biodiversidad, allí dónde viven en ambos lados de la cuenca mediterránea. ¡Ya nos hemos cargado tanta vida rural, sólo faltaba que se carguen el corcho y los alcornocales!
Esta noche, (apoyándome en el modelo que ADENA tiene en su web), acabo de redactar una carta a Félix Martinez Garcia-Fraile, Director de la bodega Vinos Jeromín SL. En ella, yo le invito a reflexionar y le explico que –- mientras no vuelvan al corcho --yo dejare de comprar productos de su bodega (y que yo pediré en mi entorno que hagan lo mismo).
¡Felices Fiestas!
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