Agradable comida de fin de año en excelente compañia, ayer en Zaragoza con nuestros amigos de la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES) y de Sinergiq con los cuales hemos trabajado durante dos años y medio para la realización del Pabellón de las Iniciativas Ciudadanas de EXPO 2008.
Único defecto: pese a estar en zona no-fumador, el humo del tabaco de la sala contigua llegaba hasta nuestros pulmones.
Cuando regresé, justamente, encontré en mi bandeja un email de No Fumadores.org, la organización española para la defensa de los derechos de los no-fumadores. Anuncian una nueva campaña de firmas para que la Ley Anti-Tabaco española se modifique y prohibe fumar tabaco en todos los sitios públicos cerrados. He firmado, inmediatamente [pese al estilo un poco coñazo de la carta].
Esta tarde me voy a Paris, dónde desde hace unos meses ya esta prohibido fumar en bares y restaurantes. Hace un par de meses, en Lisboa constaté que allí también una nueva ley anti-tabaco funciona mejor que la española.
Cuando algo no funciona en España, para ofender o ofenderse los españoles han inventado la palabra termundista. No me gusta esta palabra, por lo irrespectuoso y ofensivo que es hacia los países en vias de desarrollo. Pero, en cuanto a atención sanitaria contre el tabaquismo, es cierto que España se asemaja a Marruecos. [¡Toma, Esperanza!]
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